Ayer vi a un iluminado en Instagram diciendo que ir al baño cada tres días es lo mejor del mundo.
Decía que como come mucha carne y muchos huevos, su cuerpo es tan eficiente que lo absorbe todo.
Que casi no tiene nada que expulsar.
Y que si tú vas al baño todos los días…
es porque tu comida es basura.
Mientras lo escuchaba, pensé en una escena que se repite demasiado.
Una mujer que empieza el día con prisas.
Un café rápido.
Algo “apañado” para desayunar.
Comidas improvisadas.
Poca fruta.
Casi ninguna verdura.
Y la fibra… ni está ni se la espera.
Ahora vamos a hablar claro, sin cuentos de Instagram.
Ir al baño cada 2–3 días de forma habitual no es eficiencia.
Se llama estreñimiento.
No lo digo yo por llevar la contraria.
Lo dicen los criterios médicos.
Y si este “gurú” supiera un mínimo de fisiología, sabría algo básico:
La fibra es buena precisamente porque NO se absorbe.
Eso es lo que limpia tu intestino.
Eso es lo que hace que todo fluya.
Eso es lo que te protege.
Dato importante, sobre todo a partir de los 40:
En España, el cáncer de colon es el cáncer más diagnosticado.
Y resulta que por cada 10 gramos de fibra que añades a tu día, reduces el riesgo de padecerlo entre un 7% y un 10%.
Ahora la otra parte que casi nadie te cuenta:
Un consumo elevado de carne roja y carne procesada se asocia a un mayor riesgo de cáncer de colon.
¿Por qué?
Porque cuando comes muchos productos animales y poca fibra, las sustancias dañinas permanecen más tiempo dentro del intestino.
Más tiempo estancadas.
Más inflamación.
Más riesgo.
Pero claro…
Como el 90–95% de la población no llega ni al mínimo diario de fibra, es más fácil inventarse historias sobre la “absorción mágica” de la carne.
La realidad es menos glamurosa, pero mucho más importante para ti:
La fibra mejora tu microbiota intestinal.
Refuerza tu sistema inmune.
Ayuda a controlar la glucemia.
Aumenta la saciedad y reduce la ansiedad por la comida.
Y lo más importante:
Evita que las sustancias dañinas de los productos animales se queden estancadas en tu intestino día tras día.
Vender que no ir al baño es “aprovechar mejor los nutrientes” es, literalmente, jugar en tu contra.
Tu cuerpo no es una esponja perfecta.
Es una máquina que necesita limpieza diaria.
Y cuanto más estrés, más horas sentada y más entrenas fuerza…
más importante es que todo fluya.
Si quieres cuidarte de verdad, sentirte menos hinchada y no jugártela con el colon, empieza a comer más vegetal real, más integral y más fibra.
Y deja de tener miedo al plato.
Tu cuerpo sabe lo que hace.
Solo hay que dejarlo funcionar.
Y si no sabes ni por donde empezar para comenzar a cuidar tu alimentación...ya sabes, busca en youtube, o contrata un profesional
Un abrazo,
Alberto


