Dale una segunda oportunidad.

Así quería que comenzase este correo porque joder.

Hay muchas cosas que debemos darle más de una primera oportunidad.

El ejemplo más claro que me viene a la mente es sobre comida, concretamente sobre esos garbanzos con espinacas que odiaba de niño.

El potaje que veía en mi casa…

Joder que es que hasta el nombre me daba hasta …sensación de “ir al baño”.

No sé si era por la textura, por el olor, por la combinación, por las espinacas , ni idea.

Todo lo verde a muchos niños de mi generación ha sido como un calvario.

Yo he comido poco no, lo siguiente.

El otro día hablando con mi madre le decía orgulloso lo que comía. jajajaa.

A día de hoy las espinacas tanto crudas como cocinadas, sea en garbanzos o como sea pero caen.

Otro plato que comía menos de la mitad era el del chuleta de aguja de cerdo con cebolla, pimiento rojo y verde.

En verano eso caía que no veas.

Ahora bien,

Yo comía solo la carne, pimiento pal perro.

Yo no.

Era como Shinchan….

Ahora han pasado 20 años y bueno mi repertorio es mucho mucho más amplio.

Le di una segunda oportunidad.

Muchas veces sucede que no comemos un alimento porque a la primera no nos ha gustado pero….joder.

A saber si estaba cocinado como a ti te gustaría, aliñado, o hecho de una manera que a ti te gustase.

Yo la única manera de comer espinacas de niño era en formato tortilla de espinacas.

Tienes que tener en cuenta una cosa y es que cuantas más diversidad de nutrientes y colores, más feliz estará tu microbiota.

Tu cuerpo te lo agradecerá de verdad.

Dicho esto,

Me he marcado unos burritos con bien de pimiento rojo, verde, calabacin, maiz dulce y heura.

Sobre el heura te hablaré otro día.

Un abrazo
Alberto Calzada.

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