Hace unos días, mi disco duro externo dijo basta.
Años de trabajo, vídeos, archivos, documentos…
Todo lo tenía ahí.
Y me lo venía avisando desde hace tiempo, ¿eh?
Más de un año encendiéndose raro, haciendo ruiditos, fallando de vez en cuando.
Pero lo iba dejando.
“Ya lo arreglaré”
“Otro día lo reviso”
“Hoy no tengo tiempo”
Hasta que explotó.
Literalmente se apagó… y me acojoné.
Y viendo ese disco morado ahí, muerto en mi mesa…
pensé en ti.
En cómo tú también vas dejando para después eso que tu cuerpo te está gritando hace tiempo.
Dolores.
Hinchazón.
Rodillas que no dan más.
Falta de energía.
Un nudo constante en la cabeza que no se te va.
Y lo entiendo.
Pones parches: una pastilla, una dieta rápida, un día de compensación.
Lo mismo hacía yo con mi disco.
Pero hay un momento en el que el parche ya no tapa nada.
Y ahí es donde empieza el problema serio.
3 cosas que deberías tener en cuenta antes de seguir posponiéndolo:
1️⃣ El cuerpo siempre avisa… hasta que grita.
Los dolores articulares, el cansancio, la retención… no aparecen de golpe.
Son señales de que algo no va bien, y cuanto más lo ignores, más fuerte será el golpe.
2️⃣ A partir de los 40, posponer no sale gratis.
No porque estés “mayor”, sino porque tu cuerpo empieza a necesitar más atención.
La masa muscular se pierde más rápido, el metabolismo se ralentiza…
No es drama. Es ciencia.
Y cuanto más tarde empieces a cuidarlo de verdad, más difícil será recuperar terreno.
3️⃣ El cambio no llega cuando estás lista, llega cuando decides.
Nadie se siente preparada del todo.
Pero esperar a estar “motivada” o a que llegue el momento perfecto es otra forma de quedarse parada.
Y tú ya llevas suficiente tiempo ahí.
Haz clic aquí si estás cansada de poner parches y lista para empezar de verdad.
PD: Ni dietas, ni inyecciones, ni más promesas rápidas.
Esto va de cuidar tu cuerpo con cabeza, con fuerza, y con apoyo real.
Eso es lo que hacemos en Cansancio Cero, Confianza Mil.


