Mañana para comer.
Callos.
Bueno, no.
Mañana como hamburguesas.
Pero hablemos de callos… de los que no se comen.
De esos que salen cuando entrenas de verdad.
Entrenar fuerza es clave.
Eso lo sabes.
Lo que también es clave...
...es no entrenar con guantes.
A ver, que esto te lo tengo que contar.
Entrenar con guantes no sirve de ná, como dice un colega mío.
De nada te vale comprarte unos guantes molones.
Apestarán en menos que canta un gallo.
Y encima te limitarán el agarre a más no poder.
Dime tú, ¿a quién has visto tú entrenar intenso de verdad… con guantes?
Nadie.
"No... pero es que es para que no me salgan callos".
Callos te van a salir igual, señorita.
Con guantes o sin guantes.
Ahora tú verás qué prefieres…
¿Un cuerpo tipo flubber, fofo y flácido… o una piel tersa y un cuerpo con forma?
Esto último, con guantes… déjame que lo dude.
Y te digo más.
Al tener esa capa entre tu piel y la barra, no puedes agarrar en condiciones.
Y he oído cada gilipollez de gente defendiendo los guantes…
Haré un reel de esto.
Una chica diciendo:
"Hazme caso que llevo 10 años entrenando".
Y su técnica e intensidad… dejaban mucho que desear.
Esto me recuerda a Sonia, una alumna que sin decirme ná se compró unos guantes.
Le dije: "vale, puedes seguir usándolos si quieres… pero si de verdad quieres mejorar tu fuerza y avanzar, invierte en unos straps".
Desde entonces, ni punto de comparación.
Recuerda esto, que sé que soy pesado:
Si no entrenas esforzándote, el resultado estará muuuuy lejos de lo que buscas.
Cuando entrenas de verdad, con intensidad…
Empiezas a ver eso que tanto quieres.
Bueno, este correo iba solo de guantes y callos.
Mañana hamburguesas, no callos.
Te daré envidia. Quizás no.
PD: No es el guante, ni la ropa. Es el esfuerzo. Y sí, Sonia ahora entrena como una bestia.
