¿Y si te lo estás tomando al revés?
A veces siento que lo intento explicar de mil formas distintas...
Y aún así, parece que no termina de quedar claro.
Esto no va de “a ver si esta vez sí”.
Ni de hacerlo perfecto.
Ni de intentarlo un par de meses y volver a empezar desde cero.
Tampoco va de leer un libro o ver dos vídeos de YouTube y tenerlo todo resuelto.
Ojalá fuera tan fácil.
Pero la realidad es que esto va de otra cosa.
Esto va de construir, poco a poco. De entender. De integrar. De hacer que esto forme parte de ti, como quien aprende a montar en bici.
Esto va de dejar atrás el parcheo constante y empezar a tener claridad.
Porque claro que puedes cambiar. Pero el cambio no ocurre de golpe.
Ocurre cuando aprendes a confiar en ti. Cuando dejas de necesitar la validación de la báscula. Cuando eliges acciones sencillas, repetidas con cariño y con sentido. Y sobre todo: cuando sabes hacia dónde vas.
A veces no necesitamos hacer más cosas, solo necesitamos que alguien nos diga: “Es por aquí”.
Y cuando ese camino es el correcto, todo empieza a tener sentido. No porque todo sea fácil, sino porque tú empiezas a sentirte capaz.
Capaz de disfrutar de una comida sin culpa. De moverte sin molestias. De mirar al espejo con más paz. De dejar de ir a ciegas.
No tienes que hacerlo sola, y tampoco tienes que hacerlo rápido.
Pero sí puedes hacerlo diferente.
Es por aquí.
Pulsa aquí si quieres empezar con claridad y acompañamiento.
PD: Este camino no tiene que ser perfecto. Solo tiene que ser tuyo. Yo te acompaño.


