El día comenzaba genial, con mi café calentito
pasaron unos minutos y el señor Lucas amenazaba con su pose tipo ojos tipo gato de Shek para que nos fuésemos a la calle,
se estaba meando vivo, aunque bueno esa expresión nunca la entendí, no se va a mear muerto...
Bueno pues cuando subí ya con Lucas después de que hiciese pis y plantase un pino como la torre Eiffel el venía contento a casa
¿por qué?
pues porque va directo a su placer diario que es comer,
aquí nos pegamos la hostia Lucas y yo, esto lo entenderás ahora mismito perfectamente.
Tú solo imagínate la cara de Lucas delante de la puerta y la puerta sin abrir.
La cara de Lucas de abres o qué.
¡Qué tengo hambre humano!
¿ya sabes qué sucedió no?
Que no me traje las malditas llaves
A todo esto no te he contado que dentro estaba Enya durmiendo como los angelitos y sin ruido alguno.
Mira, te cuento que pasó.
Enya, mi pareja, tiene hipoacusia,
sordera parcial llamemosle.
El caso es que Enya todas las noches, se quita su audífono, por lo tanto por mucho que llamásemos no lo iba a coger porque estaba en el quinto sueño.
Ni telefonillo, ni timbre, ni tfno, ni ladridos de Lucas con ansias de devorar su plato de boniato con filetes de lomo de cerdo y arándanos..
nada,
mucho tiempo esperando.
Más de 35 minutos ahí que parecíamos los de testigos de Jeová esperando a que abriesen la puerta.
De repente...
gracias a no se qué, Enya se despertó y nos abrió.
Ahora es cuando cantas "Aleluyah".
Lucas corriendo a comer y yo corriendo a mear que del frío me estaba yo también meando vivo.
bien,
¿qué pasa aqui?
Muchas veces hacemos oídos sordos, y no a la gente que nos dice algo, que también
si no a nuestro cuerpo porque el por si no lo sabías, nos grita pero parece que no tenemos puesto el audífono porque no escuchamos una mierda.
El cuerpo te grita como Lucas ladraba para entrar a por su comida …
Mira si quieres de verdad que alguien te escuche y te comprenda por cada paso que das, para no volver a más dietas, para vivir como mereces, pulsa aquí porque yo seré tu audífono en esos días de mierda.
PD: Lucas es mi ayudante cuando tengo mucho trabajo, ladra mucho pero curra también muy bien.


